La ovodonación es un tratamiento de fertilización asistida que permite a las mujeres que no disponen de óvulos propios viables, gestar un hijo en su vientre. Conoce cómo es en Argentina
¿En qué consiste la ovodonación?
La Ovodonación consiste en un tratamiento en el que una mujer es estimulada, luego de a través diversos estudios médicos para extraer óvulos sanos y aptos para concebir el embarazo. Este proceso incrementa las posibilidades de lograr un embarazo y disminuye los riesgos de afecciones genéticas, como es la edad o herencia entre los parientes.
Este tipo de técnica de fertilidad asistida permite que mujeres, que no cuentan con esa oportunidad, tengan la posibilidad de acceder a óvulos de donantes que tienen un buen nivel de salud y fertilidad.
¿Cómo es el procedimiento de la ovodonación?
Santiago Brugo Olmedo, especialista en Medicina Reproductiva y directivo de SEREMAS explica que en el procedimiento de Ovodonación
A la donante se le indica una medicación en base a la hormona FSH (hormona folículo estimulante), para que el ovario prepare más óvulos que lo habitual. Se le hacen a la donante entre dos y cuatro ecografías de monitoreo de la estimulación de la ovulación, para ir programando qué día será el indicado para hacer la aspiración de los folículos y la recuperación de los óvulos. La donante y la receptora deben estar sincronizadas para que el endometrio, que es donde se implanta normalmente el embrión, para ello, a la mujer receptora se le administran estrógenos, y luego progesterona. Un dato a destacar es que tanto las mujeres que menstrúan como las que ya no lo hacen, tienen las mismas chances de lograr un embarazo a través de la ovodonación.
Al obtener los óvulos de la donante, se procede a fecundarlos en el laboratorio con la técnica de ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides) para poder introducir un espermatozoide en el interior de un ovocito y así obtener su fertilización. Estos embriones que fueron fecundados son transferidos a la mujer receptora que desea lograr el embarazo, luego de confirmar la fertilización y el desarrollo efectivo embrionario.
¿En qué casos se aconseja recurrir a una Ovodonación?
“En la actualidad, la ovodonación se indica en muchas situaciones: mujeres que ya han alcanzado la menopausia o que padecen menopausia prematura; mujeres cuyos ovarios han sido removidos quirúrgicamente o que padecen anormalidades cromosómicas que se transmiten de manera sistemática y ponen en riesgo a la descendencia; e incluso mujeres que no responden a una estimulación de la ovulación o que han atravesado reiterados intentos fallidos de fertilización asistida”, explicó el Dr. Santiago Brugo Olmedo.
¿Cómo eligen a las donantes de óvulos?
“Las donantes llegan por referencias, a través de otras donantes o de otras personas que nos conocen”, comentó la Lic. Sabrina De Vincentiis, especialista en Embriología Clínica y Directora del Laboratorio de Embriología de Seremas. “Tras una entrevista inicial, se realizan estudios para evaluar su fertilidad, y si esta es adecuada, a continuación se hacen estudios hormonales, ginecológicos, serológicos y genéticos, para corroborar su estado de salud y la ausencia de afecciones que puedan ser transmitidas a la receptora de los ovocitos o al bebé que será concebido a partir de sus óvulos”, completo el Dr. Brugo Olmedo.
A su vez, se pone en foco el grupo y factor de la donantes, para que sea compatible con la receptora.
“Esto se hace no porque implique riesgo alguno para el bebé, sino pensando en el caso que en el futuro la mujer o la pareja decidan no decir que se recurrió a ovodonación –explica la Lic. De Vincentiis–, para que no haya un grupo y factor en el bebé que nunca hubieran sido posibles obtener a partir de sus progenitores
Casos de éxitos: Ursula
“Hicimos seis tratamientos de fertilización asistida sin éxito hasta que decidimos recurrir a la ovodonación”, cuenta Úrsula Schulze, que tras 6 años de búsqueda infructuosa cumplió su sueño de ser madre gracias a la donación de óvulos. “Me habían ofrecido esa posibilidad antes, pero me había negado rotundamente –recuerda Úrsula–, Tuve que aceptar que mis óvulos realmente no podían hacer un bebé. En medio de los trámites que estábamos realizando con mi marido para tratar de adoptar un bebé, lo que se nos estaba haciendo muy difícil, entendimos que la ovodonación era también una forma de adopción, y hoy estamos muy agradecidos de la generosidad de quien donó sus óvulos”. Su hija se llama María del Milagro y tiene 7 años.
Llegamos con el caballo cansado al consultorio de Santiago [Brugo Olmedo] y Sabrina [De Vincentiis], quienes nos habían propuesto antes recurrir a la ovodonación. Pero entonces nos habíamos negado rotundamente. ¿Qué más podemos hacer?, era nuestra consulta, y Santiago nos dijo que en nuestra situación no había otra opción que la ovodonación. Yo soy muy creyente, y por esos días encontré distintas señales que nos indicaban que a nosotros nos había tocado otro camino, que así como para algunos el camino para tener un hijo es más directo, el nuestro era más sinuoso. Aceptamos entonces ir por la ovodonación.