Actualmente existen diversas formas para lograr el embarazo, pero también hay una gran demora en la ejecución de las técnicas conllevando, algunas veces, a un estrés emocional.

¿La fertilización asistida puede causar estrés emocional?

A diferencia del embarazo espontáneo, las parejas que recurren a la reproducción asistida no sólo tienen el deseo lograr y concebir el embarazo, sino también enfrentan el obstáculo que impide concretar ese deseo, aparentemente negado, que permite iniciar la búsqueda de alternativas y soluciones para conseguir el objetivo. Ese camino, que se inicia en el diagnóstico, continúa en el embarazo y culmina en un nacimiento, genera estrés emocional-física y un gran crecimiento para la pareja.

“La preocupación mayor no está en la cabeza de la persona que porta el problema físico, por lo general es el otro quien busca cuidar o paliar el eventual dolor que este pudiera sentir. Lo importante es que se abra un espacio para que circule la comunicación, que se hagan preguntas, comentarios, que se expresen las preocupaciones”, explicó la licenciada Jorgelina Lance, psicóloga especializada en temas reproductivos, integrante del equipo de SEREMAS.

¿Quienes necesitan un tratamiento reproductivo?

Suelen ser tan buscadores de información  que leen todo tipo de material sobre el tema, hablan con otros, miran películas y se informan, aunque muchas veces descuidan lo más importante: lo implantado no tienen que estar en la cabeza, sino que el espacio y el deseo se gesta en lo emocional y tiene que haber lugar para eso

Por su parte el  doctor Santiago Brugo Olmedo, especialista en reproducción y director médico de SEREMAS explicó la importancia de las técnicas de reproducción asistida.

La buena práctica médica no solamente consiste en la explicación detallada de las técnicas y opciones reproductivas para cada caso, sino que también es útil que cada pareja se entreviste con un psicólogo especializado para compartir información y expresar todas las dudas.

Las personas suelen generar diálogos internos, es decir, adivinan el pensamiento del otro porque no están dispuestos a conocer la respuesta o porque no pueden explicitar lo que les pasa. En el espacio terapéutico se busca que todo se diga, que se hable, agregó Lance. Para ahorrarse la frustración que eventualmente puede dar un resultado negativo, justo el día en el que tienen que tener relaciones, muchas parejas se llenan de compromisos, tienen invitados a cenar o a ellas les duele la cabeza. Luego dicen: ‘no quiero pasar por el fracaso’, cuando para muchos, fracasar es no intentarlo. Por otra parte puede pasar que por los tratamientos cambian hacer el amor por hacer un bebé y que toda la energía este puesta al servicio de la reproducción. Si el hijo nace en una pareja donde se disfruta de la sexualidad circula de otra manera la alegría de vivir y a eso apuntamos.